Alrededor del mundo, el CBD ha cobrado cada día más relevancia en el tratamiento de enfermedades como la epilepsia, el Alzheimer y el Parkinson, al igual que de padecimientos como el dolor crónico, el insomnio y la ansiedad.
“En la comunidad médica y científica, los cannabinoides representan un área de oportunidad para poder incidir sobre enfermedades crónicas complejas”, dice en entrevista con TecScience Gerardo García Rivas, investigador de la Escuela de Medicina y Ciencias de la Salud del Tec de Monterrey y líder de la Unidad de Medicina Experimental y Terapias Avanzadas del Institute for Obesity Research.
El cannabidiol, conocido comúnmente como CBD, es uno de los principales compuestos activos de la cannabis o marihuana. Junto con el tetrahidrocannabidiol, abreviado THC, son los dos componentes más abundantes de esta planta, que han cobrado una gran popularidad por su capacidad terapéutica.
Esto se debe a que, en el cuerpo de los humanos y otros mamíferos, existen una serie de receptores a cannabinoides –compuestos orgánicos como el CBD o THC— que son activados cuando los ingerimos.
Estudios de CBD en México
De acuerdo con Fernando Cantú Flores, médico anestesiólogo e investigador de la Clínica del Dolor de TecSalud, estos receptores están ampliamente distribuidos en el cerebro, los pulmones, el sistema vascular, algunos músculos, el tracto intestinal, el hígado, el sistema inmune, lo huesos, el bazo y la piel.
En diversos estudios se ha demostrado que, al encender estos receptores, tanto el CBD, como el THC, tienen la capacidad de inhibir la transmisión del dolor y disminuir la inflamación.
Sin embargo, a diferencia del THC, el CBD no tiene efectos psicoactivos en el cerebro, aquellos asociados con la sensación de “estar drogado”. Esta es una de las razones por las cuales se usa el CBD para ayudar en el tratamiento de diversas condiciones médicas.
Además de estos efectos, se ha observado que el CBD también puede modular la comunicación entre neuronas, así como proteger las mitocondrias, un organelo celular que se encarga de generar energía dentro de las células.